Mensaje de cumpleaños 2022: Reflexiones y aprendizaje

¡Hola a todos!

Llegan las reflexiones cumpleañeras de todos los 27 de septiembre. Este año os cuento primero qué quiero de regalo y luego comparto reflexiones y aprendizaje del año, para que, por favor, opines.

 

1. REGALO

¿Qué quiero? Aquí te lo cuento.

Al orfanato de Anidan en Lamu, Kenia, se le ha juntado la tormenta perfecta. Con la guerra de Ucrania muchos donantes han reducido la ayuda a otros países para centrarse en Ucrania. A eso se le suma el encarecimiento de los cereales. Ya tenían problemas para dar alimentación equilibrada a los niños pero ahora no llegan a alimentarlos. Ni equilibrada ni sin equilibrar. La desnutrición está disparada.

En vez de regalarme algo físico, regálame un donativo. Es algo que nos une para siempre, no pasa de moda y no te puedes equivocar… 😊

 

2. REFLEXIONES y APRENDIZAJE.

¡Menudo año! Una vez más me tocó pasar página, dejar atrás mucho (y a muchos) y hacer sitio para lo nuevo. ¿Qué he aprendido? Comparto algunas reflexiones sobre nuestras elecciones:

  • Entre lo conocido y lo nuevo. “Lo nuevo” solo llega cuando nos alejamos de “lo conocido” y dejamos espacio. En lo personal, cuando menos lo esperaba, apareció el amor. No le di muchas vueltas. Sentí que tocaba lanzarme y dejarme llevar, abrazando esa incómoda sensación de vulnerabilidad y fragilidad. Y en eso estoy.

En lo profesional salí de mi proyecto anterior y quedó espacio para aprender y experimentar. “Lo nuevo” de este año tenía que cumplir: parecerme interesante y divertido, acercarme a personas inspiradoras y tener impacto. Entre otras aventuras, me certifiqué en mediación y arbitraje y monté Tupodcast.es, una productora de podcast y videopodcasts. También probé nuevas asignaturas de conflicto y comunicación en el IE.

 

  • Entre “lo malo” y “lo peor”. Las decisiones más complejas son aquellas en las que ningún resultado posible nos gusta. ¿Qué hago ante lo que para mí es un claro abuso? ¿Me callo y acepto o actúo? Actuar me lleva directa al conflicto. Y, si claudico, acepto algo injusto y cedo ante la intimidación, ¿a quién estoy traicionando? A mí, a mis valores y a quienes confían en mí.. Elegí “lo malo”, actuar y demandar, frente a “lo peor”, el silencio.

 

  • Entre la tristeza y la ira. Tras muchos años en LOOM, tocaba salir. Una salida agridulce, con increíbles muestras de cariño y respeto de equipo y competidores y también sintiendo la traición de personas en las que confié y creía cercanas. Suelo desconfiar de los “pelotas” y de los “graciositos” que parecen salir del club de la comedia y en realidad son pasivo-agresivos. Ahora con más razón.

Para gestionar el dolor, elegí la tristeza en lugar de la ira o el rencor. Ira y rencor nos pudren por dentro y se instalan en nosotros. La tristeza, al menos para mí, es efímera. Me duró unos días. Lloré mucho. Dejé que ese llanto fuera disolviendo el dolor hasta que desapareció. Después no quedó nada, ni ira, ni rencor, ni tristeza. Y pude elegir “entre lo malo y lo peor”, sin que las emociones interfirieran.

 

Si el año pasado decía que tenía poca visibilidad del futuro, este año tengo todavía menos. Y, curiosamente, sigo sintiéndome conectada y en paz. Dentro de un año os cuento más.

 

Os doy la gracias infinitas a todos por vuestro cariño.

Paula