«Flexibilizando» el modelo de oficina tradicional.

Se acabó el “café para todos” o el “firma el contrato de arrendamiento y nos vemos en 5 años para renovar”.

Últimamente oigo mucho que “el flex está para quedarse”. El flex lleva años aquí, solo que va abarcando cada vez más campo y lo hace a expensas de la oficina tradicional que, con sus rigideces, suele ser una opción menos atractiva que el flex.


El modelo de oficina tradicional tal como ha existido hasta ahora está obsoleto.

Lo sabemos todos, aunque no se diga muy alto. No es que miles de oficinas vayan a desaparecer sino que convergerán hacia flex igual que el flex entró en el terreno del mundo de oficinas y clientes corporativos a través del Space as a Service, espacios privados a medida y operados bajo formato flex, o de plataformas de reserva de espacio flex como zityhub.

Muchos propietarios de edificios de oficinas se interesan por el flex.

Quieren saber cómo funciona, los números, cómo se hace rentable, etc. para adaptarse a lo que les demandan las corporaciones que no quieren las rigideces de un contrato de 5 o más años y sí les interesa cuidar su comunidad y tener programación.

La flexibilidad para asumir compromisos a medida implica una responsabilidad y requiere una reflexión profunda sobre las necesidades reales de espacio que puede dar vértigo a propietarios y a usuarios corporativos. Sin necesidad de cambios radicales, cualquier propietario puede adoptar medidas flex para mejorar la experiencia de sus usuarios.


Los operadores de flex estamos encantados de compartir nuestra experiencia con quien quiera flexibilizar sus espacios o para buscar operadores que gestionen espacios de coworking en sus edificios bajo modelos “PropCo – OpCo”.

Merlin Properties lo hizo hace años, cuando desde LOOM hablábamos de “loomificar” Merlin. A día de hoy ya están convencidos de las ventajas del flex y hasta han asumido como propio aquel discurso que en su momento les resultaba tan extraño.

Desde la asociación ProWorkSpaces estimamos que actualmente hay 350.000 personas trabajando en espacios flex en España y que, para el 2030, esa cifra llegará a 1,5 millones. Y creo que será mucho mayor si incluimos las “oficinas flexibilizadas” (oficinas que, sin ser espacios flex, tengan algunas características flex).