El pasado día 5 de agosto del 2010 una avalancha de lodo sorprendió en mitad de la noche a la ciudad de Leh, en el estado indio de Ladakh. La avalancha arrasó todo lo que encontró a su paso : personas, casas, coches… dejando casi 200 muertos y 400 desaparecidos, barrios enteros sepultados y miles de personas sin un hogar al que regresar.
A día de hoy, Leh se intenta reponer de la tragedia, buscando a sus desaparecidos entre el lodo, trabajando con los mínimos suministros en hospitales, excavando para desenterrar casas y todavía sin saber cómo van a reconstruir la ciudad antes de que llegue el invierno.
Para una economía tan frágil, que depende en gran medida del turismo, este desastre natural en plena temporada alta multiplica el efecto de la tragedia. No sólo están sufriendo las pérdidas humanas y materiales en este momento sino que les espera un duro invierno por delante.
Esta es la historia en imágenes de cómo vivimos la tragedia en Leh. Durante unos días Rebeca y yo acompañamos a las ONGs locales con la cámara para documentar lo que había ocurrido.
Pido perdón si algunas imágenes pueden resultar excesivamente duras. No fue ningún placer tomarlas pero fue una de las mejores maneras de ayudar. Tengo que confesar que, en ocasiones, sentí ganas de tirar la cámara y llorar de la impotencia.
Al compartir estas imágenes, espero poder acercaros un poquito a la realidad de Leh y compartir los momentos que vivimos junto a sus habitantes.
Estas imágenes son un tributo a un pueblo amable, luchador y solidario, a una gente que nos trato como si fuéramos de su propia familia y quienes aceptaron con la mayor sonrisa el poco consuelo que les pudimos ofrecer.
Nosotras nunca los olvidaremos, forman parte de nuestra vida y, cuando termines de ver las imágenes, espero que también formen parte de la tuya.
Muchas gracias
Paula
Monje observando impotente el escenario de destrucción de uno de los barrios populares de Leh
Las familias regresan a sus casas derruidas para rescatar los restos de sus pertenencias entre el lodo. Esta madre de tres hijos mira desesperada su casa en ruinas y sus pertenencias entre el lodo
Se trabaja sin parar para sacar el lodo de las casas que quedaron en pie. Voluntarios locales y extranjeros, mano a mano, pico y pala, van desescombrando casa a casa, habitación a habitación. Una tarea de semanas… o de meses
Campamento improvisado para refugiar a las familias que han perdido sus casas
Muchas casas de Leh y alrededores quedaron casi totalmente destruidas o sepultadas por el lodo
La fuerza de la riada arraso todo lo que encontró a su paso
Hospital de Sonam Norboo Memorial, donde médicos y enfermeras trabajan sin apenas material